Se producen fuertes enfrentamientos entre policía y manifestantes contra el pase verde en Roma

Miles de personas se manifestaron en el centro de Roma para protestar contra el pasaporte verde digital del Covid-19 que lleva un tiempo en vigor como parte del combate a la pandemia del nuevo tipo de coronavirus (Covid-19).

Las manifestaciones, que comenzaron con un mitin en la plaza Popolo de la ciudad capital de Roma, al que asistieron unas 10 mil personas, cambiaron de dimensión cuando comenzaron a marchar los manifestantes.

En el recorrido de la protesta, un grupo de manifestantes ocupó y perjudicó la sede del principal sindicato del país, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), mientras un numeroso grupo marchó hacia al Palacio Chigi en Roma, residencia oficial del Primer Ministro.

Cuando estalló un enfrentamiento entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes frente al Primer Ministro, la policía intentó dispersar a los manifestantes lanzando gas lacrimógeno y utilizando mangueras de agua a presión.

La policía intervino a los manifestantes que no se dispersaron con porras en las horas de la noche, mientras que los manifestantes respondieron a las fuerzas de seguridad con piedras, botellas y antorchas.

En los incidentes, tanto policías como manifestantes resultaron heridos y algunos manifestantes fueron detenidos.

Mientras tanto, se produjeron protestas contra el certificado también en Milán.

El ataque a la sede de la CGIL y las protestas que se convirtieron en actos de violencia suscitó la condena de los principales exponentes políticos italianos.

El presidente Sergio Mattarella telefoneó al secretario general de la CGIL, Maurizio Landini, para expresarle su solidaridad.

El Primer ministro italiano, en un comunicado, afirmó que el Primer Ministro Mario Draghi condenó la violencia y expresó su solidaridad con la CGIL, cuya sede resultó dañada en los incidentes.

Todos los partidos del país, desde la izquierda hasta la extrema derecha, condenaron el ataque a la CGIL.

El 'pase verde', que fue puesto en vigor el 6 de agosto y que será obligatorio a partir del 16 de octubre para todos los empleados, ya sean públicos o privados, muestra que uno ya ha sido vacunado, ya ha superado la infección o ha dado negativo en una reciente prueba.