El mundo es más grande que los cinco: la necesidad de reforma en la ONU

La evaluación del Dr. Cemil Doğaç İpek, experto en relaciones internacionales

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El mundo es más grande que los cinco: la necesidad de reforma en la ONU

La Organización de las Naciones Unidas ha sido objeto de diversas críticas en el ámbito internacional en los últimos años por lo que ha hecho y por lo que ha podido hacer. Cuando analizamos la Carta de las Naciones Unidas (ONU), vemos que la razón principal de la creación de la ONU es evitar la guerra, hacer que la paz sea permanente y llevar a cabo actividades para resolver todo tipo de problemas políticos, psicológicos, sociales, económicos y culturales que amenacen la seguridad internacional. Estos objetivos y principios básicos surgieron tras las dos amargas guerras que habían sufrido las naciones del mundo, con el fin de evitar que resurgiera un nuevo sufrimiento. La ONU tiene seis órganos principales. Ellos son la Asamblea General, el Consejo de Seguridad, el Consejo Económico y Social, el Consejo de Administración Fiduciaria, el Tribunal Internacional de Justicia y la Secretaría General. Al margen de la Asamblea General de las Naciones Unidas, todos los miembros de la ONU se reúnen en Nueva York cada mes de septiembre para debatir asuntos de interés mundial. También comparten ideas sobre la reestructuración de la ONU para hacerla más adaptable a la dinámica actual de la política mundial. Estas cumbres anuales también brindan a los líderes la oportunidad de mantener diversos encuentros entre sí al margen de las reuniones oficiales. Las numerosas reuniones bilaterales informales entre países y los discursos de los líderes de los miembros más poderosos de la ONU en la Asamblea General atraen especialmente la atención de la comunidad mundial.

En la actualidad, la ONU cuenta con unos 40.000 empleados que trabajan en diversos órganos repartidos por todo el mundo. Cuenta con un presupuesto anual de aproximadamente 40 mil millones de dólares. La ONU, que posee una fuerza militar de aproximadamente 100 mil personas bajo su mando, también lleva a cabo numerosas misiones de mantenimiento de la paz en distintas geografías donde se viven conflictos. Aunque las misiones de mantenimiento de la paz no forman parte del mandato de la ONU en virtud de su Carta, la organización ha emprendido muchas misiones de este tipo desde la segunda mitad de la década de 1950 hasta la actualidad. En comparación con la época de la Guerra Fría, el número de este tipo de operaciones ha aumentado rápidamente en los últimos veinticinco años, dada la desaparición de la tensión bipolar entre los dos bloques de poder y los crecientes desafíos interestatales a la seguridad internacional.

Aunque la Organización de las Naciones Unidas ha sido objeto de diversos debates desde su creación, ha desempeñado un papel muy importante en la cooperación internacional y en la institucionalización de esta cooperación. Con la creación de la ONU, las organizaciones internacionales ocuparon su lugar entre los actores indispensables de la vida internacional. Con la era de la ONU, la cooperación y la organización internacionales se hicieron universales. Por otro lado, tras la creación de la ONU en 1945, la política mundial se diseñó para garantizar que las normas e instituciones de las relaciones internacionales estuvieran configuradas por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial durante las décadas venideras. Por esta razón, la ONU nunca ha sido una institución capaz de poner fin a los conflictos, ni lo será a menos que se lleven a cabo las reformas necesarias.

La principal función de la ONU es proporcionar una plataforma en la que se puedan encontrar soluciones globales a los problemas mundiales de forma sencilla y a bajo coste. Para lograrlo, hay algunos pasos que deben darse sin demora. Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU deben dejar de ver la ONU como una plataforma desde la que proteger sus intereses y seguir manteniendo sus esferas de influencia en todo el mundo. De lo contrario, las funciones de la ONU y su contribución potencial a la paz y la seguridad mundiales seguirán siendo limitadas. A pesar de todas sus deficiencias y defectos, la ONU parece ser la plataforma institucional internacional con mayor legitimidad internacional. Para que la ONU mantenga su legitimidad en las próximas décadas, las condiciones cambiantes del mundo y la necesidad de reformar la ONU deben ser comprendidas y respetadas por los cinco principales países con derecho a veto.

Con las reformas que se realizarán en el próximo período, es necesario rediseñar los órganos y agencias de la ONU para abrir más espacio a las potencias no occidentales o en ascenso del mundo. La ONU también debe reflejar la nueva dinámica de poder que está surgiendo en el mundo actual. Alemania, India, Japón, Brasil, Türkiye y otras potencias emergentes sólo pueden convertirse en miembros temporales del Consejo de Seguridad por un periodo de dos años cada uno, a la espera de ser elegidos por la Asamblea General. Los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, el Reino Unido y Francia, países casi de la misma envergadura que los mencionados estados, siguen teniendo derecho de veto. Se trata claramente de una situación injusta. Esta injusticia debe remediarse urgentemente y países como Alemania, India, Japón, Brasil y Türkiye deben estar permanentemente representados en el Consejo de Seguridad de la ONU. Porque, “El mundo es más grande que los cinco", como afirma en cada ocasión el presidente de la República de Türkiye, Recep Tayyip Erdogan.



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