La agresividad de Israel está reformando la geopolítica de Oriente Medio

El análisis del escritor Profesor Dr. Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la SETA

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La agresividad de Israel está reformando la geopolítica de Oriente Medio

La agresividad de Israel está reformando la geopolítica de Oriente Medio

Los actuales ataques israelíes en Gaza, que ha causado más de 8.000 víctimas mortales, tienen el potencial de ser un importante punto de inflexión en la geopolítica de Oriente Medio. La ofensiva terrestre de Israel ha revelado una serie de dinámicas que indican que el conflicto entre Israel y Hamás se extenderá más allá de Gaza. Históricamente, estos conflictos siguieron un patrón familiar: Hamás atacó a Israel, se llevaron a cabo ataques aéreos israelíes en Gaza, se logró un alto el fuego y se logró el retorno al status quo. Sin embargo, los acontecimientos posteriores al 7 de octubre indican claramente un alejamiento de este modelo. Probablemente Israel quiera establecer una presencia permanente al menos en la parte norte de Gaza, cambiando así el status quo.

La crisis de seguridad provocada por los ataques en Israel se ha profundizado en gran medida debido a la imprevisibilidad de Hamás. La demora de 24 horas del ejército israelí en tomar el control expuso su falta de preparación. Además, la operación del 7 de octubre expuso a Israel a una profunda crisis de seguridad ontológica que es extremadamente difícil de soportar. Como resultado, la capacidad de Israel para disuadir a los actores palestinos y regionales ha disminuido significativamente. Esto sugiere que Israel podría sufrir un cambio significativo en sus políticas de seguridad y compromisos regionales, lo que podría conducir a mayores cambios en el Medio Oriente.

Como enfatizó el ministro de Relaciones Exteriores turco, Hakan Fidan, durante su visita a Qatar, esta crisis de seguridad puede conducir a una nueva paz regional al resolver el conflicto palestino, o puede convertirse en un conflicto regional más amplio. Si bien la paz puede parecer lejana en este momento, es probable que aumente la inestabilidad regional.

La dirección, que tome este proceso, depende del éxito de Israel en lograr su objetivo de neutralizar a Hamás y del método que elija. El camino hacia una solución incluye una operación terrestre israelí contra Hamás, seguida de la ocupación del norte de Gaza y el establecimiento de una administración posterior a la ocupación. Sin embargo, existen numerosos desafíos. Porque no existe ningún plan realista por parte de Israel. La creciente presión estadounidense sobre Israel y la resistencia de Hamás en Gaza pueden obstaculizar este objetivo. El uso irrestricto de la fuerza militar y los métodos de castigo colectivo por parte de Israel han generado críticas internacionales, y una operación terrestre ampliada plantearía serios desafíos y problemas de seguridad para Israel.

La posibilidad de una operación terrestre que vaya más allá de Israel y Gaza limita tanto a Estados Unidos como a Israel. La participación de Hezbolá libanés en el conflicto y el ataque a la presencia militar estadounidense por parte de varios grupos de milicias en Siria e Irak podrían atraer a Estados Unidos al conflicto y ampliar su alcance.

La agresión israelí en Gaza podría aumentar las tensiones en la geopolítica de Oriente Medio y potencialmente poner fin o detener el proceso de normalización en curso. La postura de Türkiye hacia Israel cambió cuando el presidente Recep Tayyip Erdogan criticó duramente a Israel. Al mismo tiempo, Erdogan subrayó que Türkiye está dispuesta a tomar diversas medidas. A pesar de la participación activa de Türkiye en la diplomacia regional destinada a resolver el conflicto, está claro que Israel no buscará un alto el fuego hasta que logre los objetivos declarados. Dadas estas circunstancias, es razonable argumentar que el proceso de normalización de las relaciones entre Israel y Türkiye se ha detenido, al menos temporalmente.

La posibilidad de una escalada de la hostilidad entre Israel e Irán también es importante. Si bien Estados Unidos ha evitado un conflicto directo con Irán, los ataques a la presencia militar estadounidense en Irak y Siria por parte de grupos respaldados por Irán podrían cambiar esta postura. Israel puede intensificar sus esfuerzos para contrarrestar la influencia iraní indirectamente a través del Líbano y Siria. En los países del Golfo, la percepción de distensión con Irán está disminuyendo, lo que indica que existe una expectativa de acercamiento entre el Golfo e Irán.

La agresión israelí puede tener un impacto en la cuestión palestina. En el enfoque de seguridad y política exterior de Israel posterior al 7 de octubre, es posible que se abandone la solución de dos Estados y se deje de lado la cuestión palestina. Esta marginación podría aislar a Israel, hacer ineficaces los Acuerdos de Abraham y las alianzas regionales y reavivar las tensiones árabe-israelíes. Desatender la cuestión palestina y dejar de lado la solución de dos Estados podría fomentar la radicalización regional y posibles consecuencias globales.

Teniendo en cuenta estos riesgos, es obvio que el entorno de seguridad regional de Oriente Medio se volverá más competitivo después del 7 de octubre. La actual operación terrestre de Israel en Gaza podría convertir este entorno competitivo en uno de confrontación y plantear desafíos a la seguridad y estabilidad de Israel. Es imposible que Israel se sienta seguro y protegido en semejante entorno de seguridad. Lo que hay que hacer es declarar urgentemente un alto el fuego que limite la agresión de Israel.



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