El último acto en Nagorno Karabaj

El análisis de Can Acun, investigador de Política Exterior de la SETA

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El último acto en Nagorno Karabaj

El último acto en Nagorno Karabaj

Si bien las fuerzas militares bajo el control de Azerbaiyán están avanzando paso a paso hacia la región de Nagorno-Karabaj, parece que se ha llegado al último acto para la ocupación armenia en la zona. Después de casi 30 años desde que Armenia ocupara la región a través de la población armenia en Karabaj después de la disolución de la Unión Soviética, en septiembre de 2020 se desató la Segunda Guerra de Karabaj, en la que esta vez los armenios fueron derrotados. Ahora, el ejército de Azerbaiyán ha lanzado una operación antiterrorista, poniendo fin al proceso que comenzó en 2020.

La historia de Karabaj se remonta hasta poco después de la disolución de la Unión Soviética. Entre febrero de 1988 y mayo de 1994, Armenia inició una guerra bajo el pretexto de proteger a los armenios en Karabaj, lo que resultó en la ocupación de la región y la afirmación de independencia por parte de los armenios en la zona. En ese momento, la inclinación de Rusia hacia los armenios fue determinante. A pesar de que se produjeron graves masacres contra los azerbaiyanos durante el período de la guerra, la comunidad internacional optó por guardar silencio. Por supuesto, la influencia de los lobbies armenios fue significativa en este silencio. Sin embargo, en una coyuntura en la que las dinámicas de poder en la región estaban cambiando, Azerbaiyán finalmente tomó medidas en septiembre de 2020 para liberar las tierras ocupadas.

El conflicto de Nagorno-Karabaj del 27 de septiembre de 2020 se denominó como la Segunda Guerra de Karabaj y terminó con una victoria absoluta de Azerbaiyán. Aquí, sin duda, el ascenso de Türkiye como una potencia militar importante y su papel como socio estratégico y aliado principal de Azerbaiyán tuvieron un impacto significativo. El intercambio de experiencia y conocimientos entre el Ejército turco y el Ejército azerí, así como la generosa contribución de Türkiye en términos de sus crecientes capacidades en la industria de defensa, aceleraron los resultados. Los enfrentamientos que comenzaron el 27 de septiembre duraron aproximadamente 44 días, y la superioridad técnica y la formación del Ejército de Azerbaiyán, junto con el impacto en el campo de batalla de la nueva Doctrina Militar Turca basada en los Vehículos Aéreos no Tripulados Armados (SİHA), llevaron a las fuerzas armenias a una rápida derrota, lo que finalmente las llevó a aceptar un acuerdo mediado por Rusia. Aquí, la lucha por el poder dentro de Armenia y los problemas de Pashinián con Rusia también tuvieron un serio impacto en el debilitamiento de los armenios. En última instancia, si bien el ejército azerbaiyano liberó muchas regiones de Nagorno-Karabaj, incluida Shusha, también tomó el control de la conexión entre Armenia y Karabaj a través del corredor de Lachin.

Sin embargo, debido al incumplimiento por parte de los armenios de los requisitos del acuerdo de paz, sus actividades armadas en la región, los actos terroristas y la imposibilidad de abrir el corredor de Zangezur, que forma parte del acuerdo, el ejército azerbaiyano volvió a actuar y lanzó una operación militar integral. Con esta operación, que duró sólo 24 horas, las fuerzas armenias que permanecían en la región fueron derrotadas, y ante la falta de apoyo de Pashinián vieron que no podían continuar la resistencia y tuvieron que rendirse. Ahora, mientras el ejército azerbaiyano está ganando paso a paso el pleno dominio de Karabaj, las fuerzas armadas armenias están abandonando completamente la región. De esta manera, Azerbaiyán libera sus tierras que han estado ocupadas durante más de 30 años.

Bajo el liderazgo de Pashinián, Armenia tiene dos opciones. O resolverá sus problemas con Türkiye y Azerbaiyán alcanzando un compromiso en la mesa, obtendrá su parte de prosperidad uniéndose económica y políticamente a los países vecinos, o continuará el conflicto y hará que su país pierda. Parece más probable que Armenia, debilitada y acorralada en términos de asimetría, invierta en la primera opción. Sin embargo, no es fácil predecir si el equilibrio de poder y el conflicto dentro de Armenia permitirán esta política.



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