La crisis de las Naciones Unidas

El análisis del Prof. Dr. Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)

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La crisis de las Naciones Unidas

Aunque las Naciones Unidas ganó un lugar más central en el sistema de gobernanza global después de la Guerra Fría, no ha experimentado una transformación paralela a la transformación del sistema internacional.

En el sistema global centrado en los Estados Unidos causado por la unipolaridad, las Naciones Unidas se ha convertido cada vez más en un "dispositivo" táctico en lugar de una institución estratégica. Aunque pasó a primer plano en la intervención humanitaria, fue ineficaz contra la agresión de las ambiciones geopolíticas serbias en los Balcanes y las políticas de limpieza étnica en África. El exterminio étnico de 8.000 musulmanes de Bosnia y Herzegovina en el área de la ONU controlada por los holandeses mostró la crisis en la que se encontraba el sistema de la ONU. La prevención de mayores atrocidades mediante la intervención de la OTAN en lugar de la ONU en Kosovo también ha demostrado cómo funciona el sistema de veto en la ONU. La crisis de gobernanza global, causada por las rupturas geopolíticas, políticas, de seguridad, económicas y sociales a escala mundial experimentadas después de la Guerra Fría, hizo que las "disfunciones" de la ONU salieran a la luz más.

Hoy, las Naciones Unidas se enfrentan a una crisis más profunda que nunca antes en su historia. Esta crisis, que plantea un desafío directo a la filosofía fundacional de la ONU, trae consigo un cuestionamiento integral de la legitimidad de la organización.

La base de la crisis de legitimidad es que la ONU continúa entregada a una estructura de cinco partidos a pesar de todos los cambios geopolíticos. El sistema global se enfrenta a una profunda transformación después de la Guerra Fría, y esta transformación muestra que es imposible que los cinco países mantengan su voz. El sistema internacional multipolar y multicéntrico está siendo moldeado por potencias emergentes que no quieren entregar su destino a las decisiones de los cinco países. Esto muestra que la ONU está lejos de reflejar el actual equilibrio geopolítico de poder. Por otro lado, la ONU se enfrenta a una profunda crisis de representación. Está culturalmente lejos de ser multicultural y tiene un carácter centrado en Occidente. El problema de la eficacia también hace imposible que la ONU continúe en su forma actual. Hay una ONU que no toma medidas oportunas en las crisis internacionales, que deja espacio para la profundización de las crisis y que deja la solución de las crisis a intereses estrechos. La transparencia agrava el problema de legitimidad que enfrenta la ONU. La forma en que se toman las decisiones y la inconsistencia de las decisiones con la naturaleza de las crisis muestran que la ONU se está alejando gradualmente de ser una organización transparente. Es difícil para una estructura así estabilizar el sistema global y también requiere que los estados construyan mecanismos para producir sus propias soluciones.

El profundo impacto del sistema global, especialmente después de la epidemia de Covid 19, muestra que estamos en vísperas de una transformación integral en el carácter de la política internacional desde la Guerra Fría. Esta transformación indica no solo el reajuste de la distribución del poder, sino también el desplazamiento del centro de gravedad de Occidente a Oriente. La era geopolítica de doscientos años, que estuvo dominada por el dominio geopolítico de Occidente, puede provocar el nacimiento de una nueva era geopolítica con el equilibrio geopolítico de Oriente. Reformar la ONU es un tema más importante y urgente que cualquier otra cosa en la nueva era, cuando la distribución del poder y el orden geopolítico sufrirán un cambio radical, pero surgirá un sistema global muy híbrido, a diferencia de períodos anteriores.

La crisis de legitimidad de la ONU se agravará si no toma en cuenta la distribución global del poder y no puede producir una solución efectiva y justa a los problemas globales de manera oportuna. Esta crisis puede conducir al surgimiento de normas alternativas dentro del actual orden legal internacional y puede conducir a la formación de un universo legal paralelo. Actualmente, las decisiones tomadas por formaciones regionales alternativas en el eje de la política, la economía y la seguridad muestran que las normas centradas en la región han comenzado a reemplazar las normas centradas en la ONU. Por otro lado, el establecimiento de organizaciones regionales alternativas en lugar de la ONU como una estructura supranacional puede hacer que la ONU sea completamente destruida o ineficaz.



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