Lucha libre entre Estados Unidos e Irán

Tras las elecciones en Estados Unidos, las relaciones entre Estados Unidos e Irán, que se esperaba que avanzaran más positivamente con la llegada al poder de Biden, comenzaron a convertirse en conflictos, especialmente en la frontera iraquí-siria, debido al estancamiento de las negociaciones nucleares.

Mientras que Irán toma como blanco las bases militares estadounidenses a través de sus elementos representantivos, Estados Unidos está bombardeando directamente a las posiciones de fuerzas afiliadas a Irán. Es probable que la espiral de conflictos de baja intensidad entre dos países se intensifique incluyendo también a Siria.

Mientras que la política de Estados Unidos hacia Irán se endureció gradualmente durante la era Trump, finalmente se convirtió en el modelo de acción que se expresa como "máxima presión" contra Irán. Por un lado, EE. UU. se retiró del acuerdo nuclear e inició sanciones económicas y embargos contra Irán, por otro lado no le permite que exporte petróleo de ninguna manera. Se apoyó a los elementos contra Irán en la línea Irak-Siria-Yemen y la presión sobre Irán se incrementó con la coalición formada con Israel y los países del Golfo. Dos países llegaron al borde de la guerra directa tras el asesinato del comandante de la Fuerza Quds, Qasem Soleimani, y la represalia militar de Irán.

Sin embargo, esta coalición anti-Irán se desintegró y la política estadounidense sobre Irán tendió a suavizarse después que Biden se eligió como presidente de EE.UU. Biden reinició las conversaciones nucleares con Irán así que surgió una atmósfera relativamente positiva entre dos estados. La retirada de EE.UU. de su apoyo a la guerra en Yemen también reforzó esta situación.

Sin embargo, la tensión entre dos países volvió a escalar con la actitud intransigente de las partes y el atasco de las negociaciones nucleares. Se puede comentar que las actividades del lobby de Israel y los países del Golfo con el apoyo de EE.UU. también tuvieron impactos en esta actitud. Finalmente, mientras las partes estaban inmersas en una gran lucha por el poder, especialmente en Irak, los elementos de la milicia chiíta (Al-Hashd Al-Shaabi), que actuaban bajo la influencia de Irán, comenzaron a atacar bases estadounidenses y convoyes logísticos

Los lugares como la base aérea de Erbil y la base militar de Ayn al-Assad, donde están estacionadas las tropas estadounidenses, son frecuentemente atacados con misiles y drones cargados de bombas. Y el poder militar estadounidense en la región busca responder a las milicias chiítas con bombardeos aéreos. Este conflicto de baja intensidad entre dos países y sus representantes se extendió a Siria como se esperaba. Las milicias iraníes atacaron la base estadounidense en el área del pozo petrolero Al Omar en el este de la ciudad siria de Dier ez-Zor con un dron no tripulado. Por otro lado, EEUU bombardeó al cuartel general de las milicias chiítas en la región de Abu Kamal, al este de Siria.

La verdadera pregunta ahora es si las partes preferirán mutuamente intensificar estos conflictos. Si bien ambas partes están tomando medidas para fortalecer su posición en las negociaciones nucleares, no dudan en desplegar sus fuerzas militares sobre el terreno. Los países como Irak y Siria están pagando el precio por esto. Un período en el que EEUU se está retirando gradual y militarmente de Oriente Medio puede considerarse alentador para Irán. Sin embargo, no debe olvidarse el papel de equilibrio de Israel y los países del Golfo.