¿Estados Unidos ha vuelto?

Joe Biden tomó posesión como 46º presidente de los Estados Unidos a partir del 20 de enero haciendo historia al convertirse en el candidato demócrata que fue elegido presidente al recibir la mayoría absoluta de votos en los últimos 70 años.

El período de noviembre a enero fue caótico como lo previsto. Se esperaba que Trump no entregaría pacíficamente el cargo presidencial, pero nadie podría haber adivinado el curso de los hechos. El 6 de enero, los Estados Unidos vivió una primicia en su historia cuando los partidarios de Trump se tomaron la sede del Capitolio en Washington. Mientas 5 personas perdieron la vida en el sangriento ataque, la imagen cada vez peor de Estados Unidos en todo el mundo fue destruida completamente. Tras el sangriento allanamiento, se celebró una segunda votación para la destitución de Trump. Washington, la capital de Estados Unidos, fue testigo de las escenas que estamos acostumbrados a ver en Bagdad, la capital de Irak. Más de 25.000 soldados estadounidenses montaron barricadas en las calles de la capital y se apostaron dentro del edificio del congreso. Mientras todo esto sucedía, la cantidad de personas que murieron en Estados Unidos debido a la epidemia de coronavirus superó las 4000 por día. No estaría mal decir que Biden tomó la posesión entre 'escombros'. Entonces, ¿qué tipo de Estados Unidos quiere construir Biden?

La respuesta de Biden y su equipo a esta pregunta parece muy clara. Biden anunció que "Estados Unidos ha vuelto". Muchos entendieron esta declaración como un marco que muestra la comprensión de Biden de la política interna y externa en general. Entonces, ¿qué significa el regreso de Estados Unidos? La restauración del liderazgo estadounidense constituye el primer pilar de este enfoque, que describe el marco de política exterior de Biden con rasgos generales. El secretario de Estado Antony Blinken sostiene que si Estados Unidos no lidera el sistema global, su vacío se llenará con fuerzas autoritarias, lo que provocará inestabilidad en el sistema internacional. Biden sabe que primero debe esforzarse por recuperar el liderazgo estadounidense en la diplomacia. Hay dos subcomponentes importantes de este liderazgo; uno es recuperar la imagen dañada de Estados Unidos y el otro es recuperar su fuerte posición de liderazgo frente a China y Rusia.

La segunda prioridad de Biden es volver a aumentar la importancia de las instituciones internacionales. Durante el mandato de Trump, Estados Unidos tuvo serios problemas con las principales instituciones internacionales como la ONU, la OTAN y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La política exterior de Biden está basada principalmente en la restauración y el reforzamiento del liderazgo estadounidense en las instituciones internacionales. En este contexto, podemos comentar que el multilateralismo tendrá un lugar importante en la política exterior estadounidense durante el mandato de Biden.

La tercera prioridad de Biden es hacer una nueva regulación que recuperará el liderazgo estadounidense en la economía global. En este punto, las guerras comerciales entre Estados Unidos y China durante el mandato de Trump se nos vienen a la mente. Está bastante claro que Biden ve a China como un rival, pero no ve a China como Trump o los republicanos. El Asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo que la fórmula de "coexistencia con China" es la línea principal de la política exterior, lo cual muestra que Biden puede seguir una política de transformación de China comprometiéndose con ella en lugar de luchar contra ella. Pero el problema económico de Biden no es solo China. Parece que la situación económica causada por la epidemia de coronavirus ocupará lo suficientemente la política económica de Biden.

La cuarta prioridad de Biden es restaurar el orden liberal basado en el derecho y las normas internacionales. En este contexto, podemos comentar que Biden puede determinar una política que tratará de eliminar la pérdida de imagen liderada por Estados Unidos restableciendo las normas internacionales. Este propósito requiere que los Estados Unidos establezcan nuevas regulaciones sobre las reglas globales que mantienen vivo el sistema global. Para ello, Estados Unidos necesita más aliados.

La pregunta de si estos cuatro pilares podrán devolver a Estados Unidos al sistema internacional es de suma importancia. Los legados de Trump y el carácter cambiante de la política mundial muestran que esto es muy difícil de realizar.

Análisis del Prof. Asociado Murat Yeşiltaş, director de Investigaciones de Seguridad de la Fundación de Estudios de Política, Economía y Sociedad (SETA)