Biden promulga una ley que busca 'prevenir' el trabajo forzado de uigures en China

La ley prohíbe las importaciones desde la región autónoma de Sinkiang, de mayoría uigur, en el noroeste de China

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Biden promulga una ley que busca 'prevenir' el trabajo forzado de uigures en China

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, promulgó este jueves 23 de diciembre la Ley de Prevención del Trabajo Forzado Uigur.
 
La ley prohíbe las importaciones de la región autónoma de Sinkiang, de mayoría uigur y ubicada en el noroeste de China, e impone sanciones a los individuos extranjeros responsables del trabajo forzado en la región.
 
Biden agradeció a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi; al líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer; al congresista demócrata Jim McGovern, y al congresista republicano Chris Smith, así como a los senadores Jeff Merkley y Marco Rubio, "por su liderazgo" en la ley.
 
El proyecto de ley fue presentado por Rubio y Merkley el año pasado y fue aprobado por la Cámara y el Senado en las últimas semanas. 
 
La ley garantiza que los productos fabricados mediante el trabajo forzado de los uigures y otros grupos étnicos predominantemente musulmanes en Sinkiang y en otras partes de China no ingresen a EEUU.
 
"Esta es la acción más importante e impactante tomada hasta ahora por Estados Unidos para responsabilizar al Partido Comunista Chino por el uso de mano de obra esclava", aseguró Rubio después de la promulgación.
 
Rubio afrimó que la ley "cambiará fundamentalmente" la relación de Washington con Pekín y que "también garantizará que los estadounidenses no compren más bienes fabricados por esclavos en China sin saberlo".
 
En Sinkiang, los musulmanes de etnia uigur han sido objeto de abusos durante años debido a su identidad y cultura.
 
Según datos de la ONU, al menos un millón de uigures son mantenidos contra su voluntad en lugares que Pekín llama "centros de formación profesional", pero que los críticos definen como campos de reeducación política, abusos y tortura.
 
Varios países han acusado a China de cometer genocidio contra los uigures, mientras que Pekín niega haber actuado mal y califica las acusaciones como "mentiras y un virus político".



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