“Etiopía se encamina hacia una guerra civil”

La Secretaria General Adjunta y Jefa del Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo dijo que los conflictos  entre las fuerzas gubernamentales y el TPLF llegaron a dimensiones tremendas

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“Etiopía se encamina hacia una guerra civil”

Fue  advertido que Etiopía se dirige hacia una guerra civil creciente y una catástrofe humanitaria.

La Secretaria General Adjunta y Jefa del Departamento de Asuntos Políticos de las Naciones Unidas, Rosemary DiCarlo, en el brifing informativo ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señaló que los enfrentamientos que ocurrieron durante un año en el norte de Etiopía entre las fuerzas gubernamentales y el Frente de Liberación Popular de Tigray (TPLF) llegaron a dimensiones catastróficas.

DiCarlo subrayó que los enfrentamientos ponen en peligro la firmeza de la región del Cuerno de Áfricay el futuro del pueblo etíope.

"Nadie puede predecir lo que traerá el conflicto en curso en un país de más de 110 millones de personas, más de 90 grupos étnicos distintos y 80 idiomas diferentes, pero lo cierto es el hecho de que Etiopía está sumida en una creciente guerra civil y al desastre humanitario." dijo.

Afirmando que más de 7 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en el norte del país, DiCarlo hizo hincapié en que 400 mil personas viven en condiciones parecidas a la hambruna en Tigray.

DiCarlo dijo que desde el 18 de octubre, los convoyes de ayuda no pudieron ingresar a la capital de Tigray, Mekelle, debido a los ataques aéreos.

DiCarlo subrayó que los vuelos de ayuda humanitaria de la ONU fueron suspendidos desde el 22 de octubre y pidió a las partes que pongan fin inmediatamente al conflicto y cese el fuego.

El gobierno etíope declaró el estado de emergencia el 2 de noviembre a causa de los ataques del TPLF y formó fuerzas de tarea defensivas contra posibles ataques en Addis Abeba.

Los conflictos entre el ejército federal y el TPLF en el país se produjeron desde noviembre de 2020.

Estos conflictos, que continuaron en el norte del país, desplazaron casi a 2,5 millones de personas.



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