Por segunda vez en menos de 5 meses, Bolivia va a elecciones en medio de pandemia y tensión política

Los electores deben cumplir un protocolo de bioseguridad con el que ya están familiarizados. Los resultados en nueve departamentos y 336 municipios mostrarán la nueva configuración de fuerzas, entre el MAS y diversos frentes opositores.

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Por segunda vez en menos de 5 meses, Bolivia va a elecciones en medio de pandemia y tensión política

En 2020, los bolivianos dieron una lección de disciplina al acudir a las urnas en medio de la crisis sanitaria para elegir presidente y asambleístas nacionales. Este 7 de marzo, regresan a los recintos electorales para votar por gobernadores y alcaldes, con menos temor a la pandemia, pero –una vez más– en medio de la alta tensión política que se expresa entre quienes apoyan al partido en función de Gobierno y a diversos frentes opositores.

La jornada electoral comenzó oficialmente a las 08.00, cuando las mesas de sufragio se abrieron para recibir uno a uno a los 7,1 millones de bolivianos habilitados para emitir su voto. Llamó la atención que algunas mesas ubicadas en el centro y la zona Sur de La Paz no funcionaran hasta cerca de las 11.00 por ausencia de los jurados electorales; de hecho, el candidato a alcalde, Iván Arias, uno de los favoritos según las encuestas, no pudo votar.

Aunque el Tribunal Electoral Departamental aseguró que se trataba de casos aislados, exhortó a jurados y electores a cumplir con su deber. En tanto que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) inauguró la jornada con un llamado a las futuras autoridades a gobernar para todos. “Esta democracia no pertenece a unos u otros, para existir debe ser de todos a la vez”, reflexionó su presidente, Salvador Romero.

Los votantes eligen a los gobernadores y asambleístas de las nueve regiones político administrativas del país y a los alcaldes y concejales de 336 municipios, por el periodo constitucional 2021–2026.

Los protocolos de bioseguridad aplicados el año pasado se repiten: el TSE aumentó la cantidad de recintos electores para evitar aglomeraciones, amplió en una hora el periodo de votación y dividió a los electores en dos grandes grupos según el último número de su cédula de identidad. Así mismo, son obligatorios el distanciamiento físico en la fila y el uso de máscaras médicas y desinfectante; en lo posible, los votantes deben llevar su propio bolígrafo y los mayores de 60 años no están obligados a sufragar.

“En 2020, el comportamiento de la gente fue ejemplar y esto ayudó a que la elección no tuviera incidencia negativa en la pandemia. Estoy seguro de que esta vez será igual y en ejercicio pleno de nuestros derechos”, afirmó Romero días atrás.

El analista en temas políticos Carlos Cordero sostiene que, en esta ocasión, la campaña por postergar las elecciones quedó reducida solo a algunas voces. “En 2020 había temor al desarrollo de un proceso electoral en un contexto como el de la pandemia; en cambio, para 2021 ya hay una experiencia tanto en el Órgano Electoral como en la ciudadanía”, le dijo a la Agencia Anadolu.

Para garantizar el orden y la seguridad en la jornada, el Tribunal Electoral coordina acciones con la Policía y el Ejército, que han dispuesto de 25.000 y 16.000 uniformados, respectivamente. Además, harán seguimiento al proceso las misiones de observación internacional de la Organización de Estados Americano (OEA) y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (Uniore).

La tensión política que se generó en 2019 –a raíz de las fallidas elecciones generales y la posterior salida del país del expresidente Evo Morales, acusado de fraude electoral– persiste. Si bien en los comicios de 2020, su candidato, Luis Arce Catacora, ganó con el 55% de los votos la presidencia, la tradición opositora de ciertas jurisdicciones y las fracturas y disputas internas en el MAS le impedirían, según las encuestas de intención de voto, tomar el control de territorios clave por su alto caudal electoral.

En Santa Cruz, la región opositora de oriente y la más poblada de Bolivia, la tendencia muestra a Luis Fernando Camacho, del frente Creemos, como futuro Gobernador, y a dos opositores como favoritos a ocupar la silla edil.

Asimismo, llaman la atención casos en que se personaliza la preferencia electoral, como sucede con Manfred Reyes Villa, candidato a alcalde de Cochabamba (en el centro del país); Iván Arias, postulante a la alcaldía de La Paz, la ciudad sede de gobierno; y Eva Copa, expresidente del Senado y exmilitante del MAS, que se perfila como la futura alcaldesa de El Alto, la ciudad considerada bastión del gobiernista Movimiento Al Socialismo.

“En el sistema boliviano parece haberse consolidado la idea de un partido fuerte (el MAS) y una oposición fragmentada y ésta se consolida en las elecciones subnacionales. En varias ciudades capitales, la oposición está fragmentando el voto, esa es la tendencia”, expone Cordero.

Como en 2020, el TSE decidió abstenerse de usar el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y optó nuevamente por comunicar solo los resultados que vaya arrojando el cómputo oficial, aunque las empresas de encuestas podrán anunciar resultados a boca de urna a partir de las 20.00 hora local.

“Exhortamos a los candidatos a que acudan a votar en un ambiente de tranquilidad, que aguarden la difusión de resultados oficiales y los respeten; éstos van a reflejar la voluntad del pueblo expresada en las urnas. Igual le pedimos a la ciudadanía mantener el ambiente de paz y que también aguarde los resultados que va a expresar genuinamente el voto”, afirmó Romero.

De no existir actas anuladas, el cómputo concluirá en un lapso de una semana. En las alcaldías, gana el candidato que obtenga la mayoría simple de votos válidos emitidos. Solo en el caso de las gobernaciones, está abierta la posibilidad de ir a una segunda vuelta, que según calendario electoral está prevista para el 11 de abril.



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