Eva Perón, a 100 años del natalicio de un símbolo argentino

Fue una de las mujeres más influyentes de la historia argentina contemporánea a pesar de haber actuado sólo siete años en la vida política y social del país. Hoy cientos de personas marcharon para recordar su legado

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Eva Perón, a 100 años del natalicio de un símbolo argentino

AA - Eva María Ibarguren Duarte, más conocida como Evita, nació el 7 de mayo de 1919 en la localidad de Los Toldos, provincia de Buenos Aires. Murió muy joven, a los 33 años, aunque le bastaron para ser reconocida como la “Abanderada de los humildes”, por haber ayudado y beneficiado a millones de argentinos.

Para su corta edad, y sin haber ocupado un cargo formal, dejó una huella muy importante en la historia argentina y tuvo una trayectoria que pocos ostentan. De ser una chica pobre de pueblo, llegó a ser Primera Dama, y hasta una provincia del país, actualmente La Pampa, llevó su nombre, de 1951 a 1955.

Hoy, a 100 años de su nacimiento, diferentes lugares y espacios culturales a lo largo y ancho del país mantienen viva la memoria de Evita. El ejemplo más emblemático quizá sea la imagen en la fachada del Ministerio de Desarrollo Social, en pleno centro porteño, desde donde este martes se realizó una marcha de antorchas como homenaje.

Además, para conmemorar el centenario de su natalicio, el Museo Evita de Buenos Aires inauguró una exposición en la que se exhiben fotos inéditas, objetos personales, y artículos entregados por la Fundación Eva Perón entre 1948 y 1955.

Evita llegó a la Ciudad de Buenos Aires en 1935, con tan sólo 15 años, y con la idea de dedicarse a la actuación: campo en el que alcanzaría renombre en el teatro, el radioteatro y el cine.

Vale recordar que, por aquellos años, las posibilidades para las mujeres de sobresalir en el mundo profesional o político estaban prácticamente cerradas.

Un año después de llegar a Buenos Aires, consiguió un contrato en la “Compañía Argentina de Comedias Cómicas”, allí empezó a hacer sus primeros trabajos en distintas obras de teatro.

En el año 1938 entró en la Compañía de Teatro del Aire, y luego le llegaría una oportunidad en el mundo de los radioteatros, en donde empezó a involucrarse en los movimientos sindicales ayudando a fundar la Asociación Radial Argentina.

Pero no fue sino hasta el 22 de enero de 1944 que, con tan sólo 25 años, conoció a Juan Domingo Perón, viudo de 49 años, en una colecta solidaria a favor de las víctimas de un terremoto en la provincia de San Juan.

A partir de allí, Evita tendría una posición activa en las luchas por los derechos sociales y laborales, y se constituyó en vínculo directo entre Perón y los sindicatos. Después de la victoria electoral de Perón en 1946, ella iba a dar su primer discurso político en el que además defendería abiertamente el voto femenino, del cual fue su principal impulsora.

El sufragio femenino se convertiría en ley en Argentina el 23 de septiembre de 1947, y en 1951 por primera vez las mujeres votarían en las elecciones nacionales del país.

Evita fue un estandarte para la defensa de los derechos cívicos de la mujer y también fue fundadora del primer movimiento femenino masivo del país al que relacionó directamente con el movimiento obrero.

En julio de 1948 creó la Fundación Eva Perón, con el objetivo de concentrar la intensa actividad solidaria que promovía ya como Primera Dama desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, en donde entregaba personalmente desde colchones y ropa hasta bicicletas, e incluso viviendas a miles de personas que no tenían acceso a ninguno de esos beneficios.

Según estudiosos de su trayectoria, llegó a repartir cinco millones de juguetes en la Navidad de 1947 y recibía miles de cartas diarias que llevaron a crear su fundación para extender la ayuda social a todo el país.

Cuando en 1951 se convocaron nuevas elecciones, los sindicatos propusieron a Evita como candidata a la vicepresidencia, aunque debido a su salud, ya muy deteriorada por el cáncer de útero que padecía y por presiones de distintos sectores, no aceptó integrar la fórmula presidencial con Perón. Aquel 31 de agosto sería más tarde recordado como el Día del Renunciamiento.

Su último discurso fue el 1 de mayo de 1952 y se despidió en el acto de asunción del segundo mandato de Juan Domingo Perón, el 4 de junio de ese mismo año en el Congreso de la Nación.

Falleció el 26 de julio a la edad de 33 años. El pueblo argentino quedó conmocionado por su muerte y en 13 días consecutivos se le rindió homenaje. Miles de personas se acercaron a la ciudad de Buenos Aires para rendir tributo frente a su féretro.

Más allá de ideologías, al margen de partidismos y rivalidades, Evita ha sido sin duda uno de los símbolos del siglo XX que empoderaron a la mujer y que a pesar de su escasa formación académica e inexperiencia política, tuvo la osadía necesaria para convertirse en una figura excepcional de la política en Argentina. Una figura que supo encarnar la voz y el reclamo de los más humildes.



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